jueves, 6 de enero de 2011

MICHEL FOUCAULT: HERMENEÚTICA DEL SUJETO

Por Juan E. Fernández Romar
Luego de su muerte en París en 1984, la figura de Michel Foucault se ha dimensionado al punto de ser reconocido como el pensador occidental más influyente de las últimas décadas en el campo humanístico.
Pese a haber jugado el papel del "enfant terrible" que quiso destruir las ciencias del hombre, posibilitó un nuevo sendero para pensar la historia, escribirla y desplegarla en las controversias políticas actuales.
Fue el primer historiador "antihistoriográfico" que al escribir la historia puso en riesgo todos y cada uno de los canones del oficio. Atacó con vehemencia la lógica de las cárceles, de la psiquiatría, del psicoanálisis, y de paso embistió contra la historiografía liberal y el marxismo. Desde Nietzsche que no se veía tanta virulencia.

Libros-collages

La obra de Foucault se caracterizó por suspender la validez de las grandes certidumbres del pensamiento social y por invertir sus postulados para que así surgieran libremente las preguntas. Al morir como víctima pionera del sida el 25 de junio de 1984, generó el mismo efecto, mezcla de desafío y perplejidad que signó su trayectoria de investigador.
Desde entonces, una búsqueda "arqueológica" similar a la que el propio Foucault emprendió en viejos archivos, se ha desatado sobre su producción. Todos sus cursos, manuscritos y entrevistas han comenzado a ser compilados y ordenados, tratando de iluminar el proceso de intelección y elaboración de sus obras mayores como Vigilar y castigar o Historia de la sexualidad.
Ediciones de La Piqueta se ha revelado como la gran abanderada en lengua española del rescate de la obra inédita de Foucault, tematizando conferencias, entrevistas, y artículos dispersos, que nunca fueron pensados como libros por el autor. De esta forma, dieron a luz "libros-collages" como Microfísica del poder o Saber y verdad, que terminaron siendo tan consultados y citados a nivel académico como las otras obras legítimas.

Historia del pensamiento

Hermeneútica del sujeto, es una nueva compilación que reúne los resúmenes de un curso dictado por Foucault en el Colegio de Francia en 1982, en su cátedra de Historia de los sistemas de Pensamiento, y una larga entrevista, realizada cinco meses antes de su muerte por Reúne Fornet Bentancourt, Helmut Becker y Alfredo Gomez-Muller, tres sagaces intérpretes de su obra.
Dado que están fechadas, el lector puede saber que las ocho lecciones que compusieron el curso fueron pronunciadas entre el 6 de enero y el 10 de marzo de 1982. Pero lo que no queda claro es si el material transcripto son resúmenes-guías elaborados por el autor para orientarse en su exposición o si en cambio son resúmenes de las conferencias desgrabadas. Todo lector acostumbrado a la retórica "foucaultiana" no dejará de asombrarse ante la esquemática formulación de los planteos y la rigidez expositiva, hecho que contrasta con la fluidez erudita de la entrevista que cierra el libro.
De todas maneras, el material rescatado allí resulta muy valioso ya que configura una fórmula semielaborada de un vasto proyecto iniciado por Foucault en Historia de la sexualidad.

Los secretos de la ética griega

En los últimos años de su vida, Foucault quiso dar continuidad a la idea "nietzscheana" de redactar una genealogía de la moral. Es decir, una exploración histórica de las racionalidades que cimentan los valores morales imperantes en las sociedades contemporáneas.
Para profundizar en esta línea de investigación, Foucault se remontó a la Antigüedad griega y descubrió que: "...en la ética griega, la gente se preocupaba más de su conducta moral, de su ética y de la relación para con ellos mismos y para con los otros que de los problemas religiosos." Esta revisión lo llevó a preguntarse "si nuestro problema de hoy no es en cierto modo similar, dado que la mayoría de nosotros no creemos que la ética esté fundada en la religión ni deseamos
que un sistema legal intervenga en nuestra vida privada de carácter moral y personal.
Los recientes movimientos de liberación tienen dificultad para encontrar un principio sobre el cual fundar la elaboración de una nueva ética. Necesitan una ética pero únicamente encuentran una ética basada en un conocimiento pretendidamente científico de lo que es el yo, de lo que es el deseo, de lo que el inconsciente, etc. Estoy sorprendido por esta similaridad de problemas."

Lúcidas aclaraciones

Aunque estas lecciones abren un campo de investigación y recuperación de algunas ideas trazadas por Epicteto, Epicuro, Sócrates o Platón, lo más disfrutable del volumen es la entrevista donde Foucault revisa y amplía uno de sus tópicos predilectos: las relaciones entre sujeto y verdad.
En esta, Foucault se muestra próximo a Max Weber en algunos aspectos; insinúa un cierto interés en Habermas, pero termina criticando duramente su teoría de la comunicación; y toma buena distancia de los estudios de Sartre sobre el poder.
Paralelamente a ese ejercicio de auto-ubicación, los estudiosos de Foucault encontrarán dos elementos de gran valor para la comprensión del resto de su obra.
El primero es una ajustada clarificación de la teoría del poder y su relación con la libertad individual. Y la otra
es una precisa demarcación de los límites objetivos de la verdad, en tanto construcción histórica. En ambos enfoques se puede percibir un pensador más moderado y compatible con otras posturas; revelando una actitud menos provocativa que aquella con la que logró ser escuchado. Es que por entonces, la historia ya le había dado la razón.

Hermeneútica del sujeto de Michel Foucault, Ed. de la Piqueta, Madrid, 1994, 144 págs.

(Este comentario bibliográfico fue publicado originalmente en el Suplemento Cultural del diario El País No. 293)

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